jueves, 28 de octubre de 2010

Enseñanza de adultos

1. Cuando maduran, los adultos tienden a preferir auto-dirección. El rol del instructor es apuntar a un proceso de preguntas, análisis y toma de decisiones cuando el aprendiz es un adulto, en lugar de transmitir conocimiento.

2.  La experiencia de los adultos son una fuente rica de aprendizaje. La activa participación en ejercicios- como discusiones o ejercicios de resolución de problemas, el análisis de esas experiencias, y la aplicación a situaciones de trabajo o de su propia vida- deben ser la parte central de la metodología para entrenar a adultos. Los adultos aprenden y retienen información más fácilmente si la pueden relacionar con sus experiencias previas.

3.Las necesidades de aprendizaje de los adultos y sus intereses son los puntos de inicio y sirven como guías para actividades de entrenamiento.

4. Los adultos aprenden basados en competencias, es decir que quieren aprender una destreza o adquirir conocimiento que puedan aplicar pragmáticamente en circunstancias inmediatas. Las situaciones relacionadas con su trabajo o con su vida son el marco más apropiado para el aprendizaje de los adultos, en lugar de enfocarse en lo académico o en la teoría.

Educación en toda una vida




Antiguamente se
consideraba que la
educación era solo
cuestión de niños....pero
esto no es verdad, el
hecho educativo es un
proceso que actúa sobre
el hombre a lo largo de
toda su vida…”

Presentación

En el mundo actual se ha producido una transición demográfica sin precedentes y, con ello, la expectativa de vida se ha prolongado de forma notable en muchos países. Las personas mayores se conservan saludables y tienen necesidad de operar socialmente de forma activa por un mayor periodo de tiempo. La longevidad y el envejecimiento como representación social y psicológica plantean en la actualidad el desafío de crear nuevos espacios y generar nuevos sentidos para las personas mayores. En el actual contexto social, caracterizado por la celeridad de las transformaciones y la incertidumbre que ello genera, todavía no se cuenta con lugares y funciones socialmente valoradas para ellas. La educación continua, en su modalidad no-formal, participativa y flexible, es un recurso eficaz para la participación social y el aumento de calidad de vida de las personas mayores.